Siempre que le digo a alguien que soy de Roma me contestan: "¡Qué suerte! Entonces habrás visitado mucho el Colosseo". Pero, lamento decir que no. Nunca he visto el gran circo romano por dentro. Sin embargo, frecuento mucho esa zona. Mi lugar preferido es la Plaza Navona. Porque siempre está llena de turistas. Me siento al borde de la fuente y empiezo a desahogarme: hablar sola, gritar, llorar... Total, ¿qué más da? Nadie habla mi idioma y ni si quiera reparan en mí. Siguen obcecados en sus fotos de recuerdo mientras yo intento borrar los míos.
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| Imagen: Pinterest |
Me encanto ese mini-relato cuando lo leí en tu pagina de face, te quedo realmente increíble.
ResponderEliminarUn saludo y una abrazo a la distancia
Que tengas un lindo comienzo de semana.
Preciosas tus palabras :)
ResponderEliminarEs una belleza de relato!!besos
ResponderEliminarPrecioso. Yo hacía lo mismo cuando vivía en Roma. Lloraba en el Pincio y hacía mis pequeñas reflexiones en la subida al Giannicolo, en un banco que había en la primera cuesta.
ResponderEliminarMe gustaría verte, sentada en esa Plaza chillando.
ResponderEliminarmanolo
Holis!!! Gracias por pasar a mi blog, eres genial!!!
ResponderEliminarLindo día!!
Post: Espero que sea correspondido
Preciosas letras.
ResponderEliminarComo tu.
Besitos
Fotos de recuerdo mientras intentamos borrar los nuestros...
ResponderEliminarDescribe muy bien nuestro día a día, el donde la casualidad o lo que en cada lugar se da.
A veces pace que el universo se empeña en hacrnos recordar.
Un salud❇
¡Hola guapa!
ResponderEliminarDios, lo que desearía yo por poder ser de Roma. Me encantó la ciudad cuando la visité y tengo que volver algún día, quizá te visite en uno de tus momentos solitarios en Plaza Navona hahaha El mini-relato, como siempre, sencillamente maravilloso <3
Esther.