RESEÑA | El océano al final del camino (Neil Gaiman)

¡Hola, mis Utópicos!

Como ya os adelanté en la reseña anterior, esta vez tocaba una de Neil Gaiman. Y ya os puedo adelantar que este es el libro más raro que he leído del autor. Es el primer libro de Gaiman que me ha parecido demasiado raro, incluso para él jajaja pero no creáis por esto que no me ha gustado, pues me ha vuelto a enamorar. Solo que más de una vez he pensado "¿qué se habría fumado mi querido escritor favorito a la hora de escribir toda esta paranoia?" Pero no, sé que Gaiman no necesita de sustancias externas para activar su imaginación porque él, sencillamente, es así y por eso lo amo. Si queréis saber qué es lo que me ha parecido tan extraño y, a la vez, fascinante de El océano al final del camino... ¡dentro reseña!

Ficha técnica:
Nº de páginas: 240 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Roca Editorial de Libros
Lengua: Castellano
ISBN: 9788499186573

Sinopsis:

Hace cuarenta años, cuando nuestro narrador contaba apenas siete, el hombre que alquilaba la habitación sobrante en la casa familiar se suicidó dentro del coche de su padre, un acontecimiento que provocó que antiguos poderes dormidos cobraran vida y que criaturas de más allá de este mundo se liberaran. El horror, la amenaza, se congregan a partir de entonces para destruir a la familia del protagonista.

Su única defensa la constituirán las tres mujeres que viven en la granja desvencijada al final del camino. La más joven de ellas, Lettie, afirma que el estanque es, en realidad, un océano. La mayor dice que recuerda el Big Bang.

Opinión personal:

Si tuviera que definir este libro en una sola palabra sería mágico.

[20 minutos después sin poder continuar con la reseña...]

Y llegados a este punto, hago un inciso para aclarar que me resultó más fácil estudiar para Selectividad que hacer esta reseña! Probablemente sea la reseña más caótica que haya escrito en mucho tiempo, pero es que son muchas cosas de las que hablar y es muy difícil hacerlo cuando se tratan de un autor e historia que te han dejado sin palabras. Pero bueno, yo lo intento.

En esta novela, Neil Gaiman nos transporta a los 7 años de nuestro protagonista, un protagonista del cual no conocemos su nombre. [Juro que algún día haré una entrada dedicada solo a los pasajes y alusiones en los libros de Neil Gaiman a los nombres y su importancia]. Este niño vive en una casa con sus padres y su hermana y, un poco más lejos, al final del camino, se encuentra la granja de las Hempstock. Esta es una familia formada por la anciana señora Hempstock; Lettie Hempstock, que es una niña de once años; y Ginnie Hempstock, la madre de Lettie. Llegados a este punto puede que algunas de vosotras ya hayáis caído en la cuenta del simbolismo que tiene el libro por la relación que se puede sacar fácilmente entre las Hempstock y las Nornas de la mitología nórdica o las Parcas de la mitología romana. Partiendo de esta premisa, el libro tiene, en mi opinión, tres grandes ingredientes: la fantasía, el terror y la nostalgia.

La fantasía viene de la mano de las Hempstock y el querido océano de Lettie. Sin duda, los momentos que pasamos en la granja de las Hempstock son mis favoritos del libro. La relación que nuestro protagonista forja con estas tres mujeres es, a todos los efectos, entrañable.

Parecía tres o cuatro años mayor que yo. Pero puede que tuviera tres mil o cuatro mil años más, o millones. Habría ido con ella hasta las mismísimas puertas del Infierno.

Por su parte, la encargada de envolvernos en un halo de terror es Úrsula Monkton, una mujer que parece la niñera perfecta, pero que en realidad no es quien dice ser, sus intenciones no son tan honorables y, sus medios para conseguirlas, menos todavía.

Me desperté en la oscuridad, y lo único que sabía era que un sueño me había asustado tanto que tenía que despertarme o morir, y sin embargo, por más que lo intentara, no era capaz de recordar lo que había soñado.

Finalmente, la nostalgia la encontramos prácticamente desde la primera página hasta la última, pues esta es una historia introspectiva hacia el pasado, un pasado a veces agrio, a veces dulce. Esto hace que acompañemos a nuestro protagonista hasta los días en los que, después de que su inquilino se suicidara en su coche, cerca de la granja de las Hempstock, tuvo que lidiar con ese ser llamado Ursula Monkton y la inestimable ayuda que le prestaron las Hempstock para conseguir que Ursula volviera al lugar al que pertenecía.

Me encantaban los mitos. No eran historias para adultos ni tampoco para niños. Eran mucho mejor que eso. Simplemente «eran».

Sin lugar a dudas, esta es una historia escalofriante en todos los sentidos: miedo, cariño, amistad, valor, injusticia, magia... son solo algunas de las sensaciones y emociones que recorrerán nuestro cuerpo y nuestra alma al introducirnos en esta historia. Así, esta es una novela que releeré para volver a saborearla bien despacio, entendiendo mejor algunas cosas que a priori me hacían pensar "¿Qué se había fumado Gaiman al escribir esto?", pero que ahora tienen todo el sentido del mundo. Y por eso cada vez amo más a este autor. Sus libros son grandes metáforas de vida y, aunque este no es de mis favoritos de él, sin duda, se ha ganado un hueco en mi corazón.

En resumen:

El océano al final del camino es una historia que hay que leer

con la mente y el corazón abiertos, un viaje al pasado

donde hay pasajes que no desearías que hubieran acontecido

y otros que ojalá no hubieran terminado.

Nota: 4'25/5

Esto es todo por hoy, mis Utópicos!

Espero que os haya gustado la reseña y ahora es vuestro turno:

¿Conocíais el libro? ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?

¿Habéis leído algún otro libro del autor?

¿Lo habéis hecho por la presión que os he metido? Jajaja

No, ahora en serio, de aquí hasta por lo menos tres meses os dejo descansar un poco de Neil Gaiman, ¿vale? Pues tengo otro tipo de entradas preparadas y un montón de libros de toda clase por leer. Así que vamos a dejar reposar un poco a mi autor predilecto hasta finales de año.

(¿Qué os apostáis a que en menos de un mes ya os he vuelto a hablar de él? 😂)

¡Un abrazo enorme y feliz recta final de agosto! 💙

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