¡Hola, mis Utópicos! Los que me seguís por
Instagram ya conoceréis este libro y lo mucho que me has fascinado. Los que no lo hagáis, ya estáis tardando en seguirme para enteraros antes que nadie de mis lecturas y cotilleos varios ;) Pero tranquis, que para todos vosotros hoy os traigo la reseña completa de una de mis mejores lecturas de 2018,
Las chicas son de ciencias de
Irene Cívico y Sergio Parra con las increíbles
ilustraciones de Nuria Aparicio, cortesía de la editorial Montena a quienes les doy
infinitas gracias por dejarme disfrutar de esta maravilla que, por cierto, sale a la venta mañana mismo, ¡así que ya estáis tardando en ir a reservarlo!
Hace unos meses, en el colegio donde yo estaba haciendo prácticas, desde el Ministerio de Educación, si no me equivoco, mandaron hacer a los estudiantes una encuesta sobre si sabían detectar el machismo en su entorno. Una de las preguntas era si había un número equilibrado de mujeres y hombres en los libros de texto. El alumnado no entendió esta pregunta. La profesora cogió el libro de Ciencias Sociales. Más del ochenta y cinco por ciento de las ilustraciones y de los nombres citados hacían referencia a varones. Me sentí arder por dentro. No es justo. No es justo ni que se nos aparte a las mujeres de una manera tan gratuita en los libros de texto ni que las futuras generaciones, tanto de mujeres como de hombres, crezcan sin prácticamente ningún referente femenino en casi ningún campo. Seamos sinceros, a grandes rasgos y generalmente:
¿Cuántas mujeres músicas se estudian en el área de Música? Ni en mi época de estudiante ni en lo que he podido observar últimamente se nombra en ningún momento a ninguna. ¿Cuántas deportistas femeninas se ponen de ejemplo en las clases de Educación Física? Con algo de suerte quizá Mireia Belmonte le suene a quienes vean el telediario o las últimas Olimpiadas. ¿Cuántas mujeres escritoras se estudian en Lengua y Literatura? Ni tan siquiera a Jane Austen he logrado ver en mis libros de texto de secundaria ni Bachiller. ¿Y cuántas mujeres científicas se nombran en clase de Ciencias o Matemáticas? Cero. Bueno, con suerte alguna vez se nombre en voz alta a Marie Curie, pero en el libro de texto... nada de nada.
Ahora es cuando alguien dice que tradicionalmente la mujer no ha podido acceder a la educación (ni siquiera hoy en día este derecho está garantizado en todos los países) y, por lo tanto, es normal que no hayan tenido tantas oportunidades como los hombres de acceder a esos conocimientos, habilidades y oficios tradicionalmente únicamente reservados a los hombres. Vale, cierto. Pero ¿eso es razón suficiente para silenciar y apartar a las pocas mujeres que sí lograron hacerlo? Porque es innegable que han habido más hombres científicos, músicos, escritores, etc., a lo largo de la historia. Pero ¿que ellos sean mayoría en estos aspectos es motivo suficiente para silenciar a las pocas mujeres que lograron estar a su altura o insluso por encima? Yo creo que no.
Pues bien. Os presento el nuevo libro que debería ser obligatorio en toda aula de Educación Primaria, de Educación Secundaria y en cualquier ámbito y etapa de la vida. Si ninguna editorial que se dedique a los libros de texto está por la labor de visibilizar a la mujer en los campos tradicionalmente masculinos porque les supone un gran esfuerzo indagar un poquito más a fondo hasta encontrar a esas mujeres en lugar de quedarse con las hazañas de los hombres que son más fáciles de encontrar porque son más, es tarea nuestra (del resto de personas) buscar otros recursos aparte de los libros de texto que sí den voz a esas mujeres que cambiaron la historia. Porque sí, la historia siempre la han escrito los vencedores y qué casualidad que estos ganadores son varones. Lo que no sabe la mayoría de la gente es que también hay mujeres que cambiaron el rumbo de la historia, pero ellas no pueden presumir de ser ganadoras ni de firmar con su nombre en el inmenso libro de la historia, porque eran mujeres.
Un claro ejemplo: Neil Armstrong. Fue el primer hombre en llegar a la luna. Una de sus citas está escrita con letras de oro en el libro de la historia "un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad". Lo que casi nadie sabes es que sin Margaret Hamilton ni Armstrong ni Aldrin habrían subido siquiera al cohete, pues esta mujer fue quien escribió el código de software que llevó a estos dos hombres a la luna.
¿Y qué me decís de Alexander Fleming? Sí, ese señor que accidentalmente descubrió la penicilina, un antibiótico que revolucionó la medicina moderna. ¿Pero quién descubrió la estructura de la penicilina que permitiría poder conseguirla desde cero en un laboratorio para no tener que depender de los hongos para conseguirla? Dorothy Crowfoot Hodgkin. Por cierto, ¿hay alguien que esté bajo de la vitamina B12 (esencial para el funcionamiento del cerebro y también para la formación de la sangre en el cuerpo) o que sea diabético? Pues agradecedle a esta mujer que descubriera y analizara la estructura de la vitamina B12 y de la insulina.
¿E Igne Lehmann? ¿La habéis estudiado en Ciencias Naturales o Sociales? ¿No? Pues deberíais. Hasta en literatura. Pues es la sismóloga que echó por la borda la fantástica historia de Julio Verne y su Viaje al centro de la Tierra al descubrir qué hay realmente en el centro de la Tierra, una esfera interna de hirro sólido y una capa de hierro líquido que la envuelve, en lugar de ser todo líquido, tipo lava ardiendo, como creían los científicos hasta ese momento.
Las proezas, hazañas, descubrimientos, avances, experimentos, premios, desprecios, dificultades, facilidades, estudios y trabajos de veintidós mujeres más, aparte de estas tres que os acabo de comentar, es lo que encontraréis en este libro ilustrado. Veinticinco mujeres que se dedicaron a la astronomía, la química, la física, matemáticas, medicina... de todas partes del planeta y de todas las épocas, ordenadas por orden cronológico. Cada una con su ilustración y unos datos básicos como los de Agnodice, la primera médica conocida de la historia:
Fecha y lugar de nacimiento
Siglo IV a. de C. (Atenas, Grecia).
Su mayor logro
Convertirse en médica cuando la medicina estaba prohibida para las mujeres.
Su lema
«Las mujeres somos tan buenas como los hombres.»
Cópiale
Lucha por tus sueños aunque nadie los entienda.
A continuación encontramos su historia, la historia de cómo veinticinco mujeres (aunque seguro que hay muchísimas más) lograron anteponerse a las injusticias y barreras dictadas por sociedades basadas en el patriarcado y de cómo lucharon por su sueño, el poder tener una educación digna y poder dedicarse a lo que más les gustaba en el mundo, la ciencia. Algunas de estas mujeres nacieron en el seno de familias adineradas que creyeron en ellas y las ayudaron a hacer ese sueño realidad. Otras, tuvieron que partir desde cero con sus propios medios y sin el apoyo de nadie. Veinticinco vidas diferentes con algo en común: su pasión y determinación. Veinticinco historias de motivación, de talento, de inteligencia, de superación, que te hacen creer en ti y en tu sueño, pues si ellas pudieron lograr el suyo, ¿por qué tú no?
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de este libro, aparte de que en mi vida había escuchado el nombre de ninguna de estas veinticinco mujeres, que ya es delito, es que al ir por orden cronológico, al llegar a las últimas páginas descubrimos historias de mujeres que aún viven hoy día, que siguen en activo y que se merecen todo el reconocimiento y apoyo del mundo como Patricia Bath y May - Britt Moser. Así que desde mi humilde rinconcito del ciberespacio, os pido que no os ceguéis. Este libro ha sido pensado para dar visibilidad y valorar a estas mujeres y su inestimable contribución a la ciencia como se merecen, así que no lo dejéis pasar. Todo este saber cultural no os lo van a enseñar ni en el colegio (por el momento, esperemos que eso cambie algún día) ni en los medios de comunicación. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad en la que vemos y oímos lo que los de arriba quieren que veamos y oigamos, a no ser que nosotros por nuestra cuenta nos pongamos a investigar más profundamente sobre lo que nos interesa concretamente. Y este libro es una de esas herramientas que os pueden servir a la hora de conocer mejor el papel de la mujer en la ciencia, tan infravalorado desde siempre.
Finalmente, en el libro encontramos, no solo una línea del tiempo con todos los nombres y pequeñas ilustraciones de estas mujeres para ubicarnos más fácilmente, sino la explicación de por qué ciertos nombres que son más conocidos en la ciencia como Hipatia de Alejandría, Ada Byron, Marie Curie, Ángela Ruiz Robles, Jane Goodall o Valentina Tereshkova no aparecen en este libro (no nos engañemos, yo solo conocía a Hipatia y Curie, pero quería nombrarlas a todas), y es que, prácticamente con la misma estructura, encontramos un libro anterior a este y por los mismos autores titulado Las chicas son guerreras, con veintiséis ejemplos de mujeres que han hecho historia. Libro con el que espero hacerme muy pronto.
He de resaltar también, y ya con esto termino, que el lenguaje que utilizan para explicar los tecnicismos y demás prácticas científicas que aparecen en este libro se utiliza un lenguaje muy cercano, cotidiano y sencillo con el que hasta la persona menos afín a las ciencias (y sí, me refiero a mí) puede entenderlo absolutamente todo. Además el texto se dirige a veces directamente al lector, lo que hace que te sientas totalmente implicada y conectada con estas historias reales.
Así que ya sabéis, haceos con este libro sin dudarlo, la mejor opción para regalar el día 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, porque merece la pena tanto luchar por nuestros derechos y nuestros sueños, como valorar la lucha de las mujeres y personas en general que nos precedieron. Y recordad que podéis compartirlo y hablar de él en las redes sociales con el hashtag #ChicasDeCiencias.
¡Un abrazo enrome y que le día 11 de febrero paséis un magnífico
Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia! 💚
¡Qué iniciativa tan bonita! Ojalá hubiese podido leer un libro así en el colegio... No me había dado cuenta del poco protagonismo que se da a la mujer en el aula (¡¡ni en música ni en filosofía nadie me nombró ni a una mujer!!) y, es verdad lo que dices, que en su época no podían acceder a estudios, pero ¿qué hay de las pocas que sí que lo hacían? Estoy segura que su trabajo fue tan relevante como el de cualquier otro científico, filósofo, escritor, músico, matemático y deportista.
ResponderEliminarIntentaré echarle un ojo, tus recomendaciones hasta ahora no me han fallado ;) ¡Me ha encantado la reseña! ¡¡Un saludo muy grande, Ana!!
¡Hola! Me ha encantado tu entrada, y me pasa como a ti, apenas conozco a un par de las mujeres que nombras. A ver si hay suerte y eso cambia con el tiempo. Me apunto el libro.
ResponderEliminarUn besazo
Ya le estoy haciendo ojitos a mi chico para que me lo compre, me atrae un montón *.*
ResponderEliminarHola! Primero de todo quiero decir que me ha encantado la sinopsis de este libro, sin embargo yo me muevo más por otros génerso como la romántica, new adult... Aunque quien sabe, puede que algún día le eche un ojo.
ResponderEliminarSaludos!
¡Hola, guapa!
ResponderEliminarMe parece un libro genial para dar más visibilidad y importancia a las mujeres en el campo de las ciencias. Sinceramente, por lo que yo recuerdo, la mayoría de ilustraciones y nombres citados en los libros de texto eran de hombres. Por eso, este libro me parece una idea estupenda. Además, quizá haga que a algunas mujeres les pique el gusanillo de la ciencia ^^. Muchísimas gracias por traer esta reseña tan genial a tu blog y por la recomendación.
¡Besos y nos leemos!
Marieta ~ Relatos de una náufraga