"Cometí este error una vez, pero puedo asegurarte que no se volverá a repetir"
Eso fue lo que se me pasó por la cabeza ayer, justo después de que el niñato de turno (el chico para el que iban dirigidas mis tres últimas entradas y algunas otras que están más atrás) me demostrase lo que significo para él (nada). Vale, sé que cuando están con sus amigos los adolescentes (y más los que aún son unos criajos) no se comportan de la misma manera que cuando están solos porque tienen que demostrar no se qué. Y ya estoy acostumbrada. Pero es que lo que pasó ayer fue la gota que colma el vaso. Pero no soy tan masoca como tú. Yo te he dado una segunda oportunidad para que nuestra amistad no se quede en un liviano recuerdo del pasado, pero la has desaprovechado. Ahora, por más que me duela el corazón, si quieres que todo vuelva a ser como antes debes ser tú el que muestre la iniciativa. Si no lo haces tampoco voy a volver a llorar. Ayer comprendí la diferencia entre orgullo y amor propio, el orgullo es tú enfermedad y el amor propio es mi cura. A ti te quiero, y lo sabes, pero también me quiero a mí misma y es hora de demostrármelo.
Por todo lo dicho anteriormente te dedico esta canción de mi adorado Danny Leiva
Pd: Yo perdono pero no olvido.
A veces me paro a contemplar los chicos de mi edad, y es que por dentro parecen personitas pequeñas, ignorantes de la vida, que no se paran a pensar en ciertas cosas en las que deberían. Yo tampoco entiendo qué es esa obsesión con ser el macho alfa, quedar bien ante tus amigos...Una cosa es la novia, y otra son los amigos y ambas son perfectamente compatibles, a mi entender.
ResponderEliminarEnfin, espero que las cosas mejoren entre vosotros.
Un abrazo :)
Sólo un consejo. No sufras.
ResponderEliminarMe encanto♥ Gracias por pasarte, te sigo.
ResponderEliminarMe encanta la decisión que has tomado: ¡quiérete mucho! Y, como dice Goyo, no sufras. Seguro que pronto todo volverá a ser como antes.
ResponderEliminarBesos!!!
Esta entrada tiene mucha verdad en sí misma, concuerdo con los demás...nunca pierdas el respeto por vos misma ni el amor propio, nunca permitas que nadie te subestime... ánimos y no te dejes vencer!:) saludos!! nos seguimos leyendo como siempre n.n
ResponderEliminarAl ocurrir esto: "comprendí la diferencia entre orgullo y amor propio", también comprendiste que por mucho que quieras a alguien, debes tener unos principios, ese afán por querer demostrar lo quiera que se quiera demostrar delante de la mayoría de adolescentes (nunca comprenderé ese afán por sentirse "superior" o como se sientan al hacerlo) solo les lleva a perder lo que de verdad importa en esta vida. Ojala te recuperes pronto de este palo y lo recuerdes como una anécdota de la que aprendiste algo y aunque sea un tópico recuerda:
ResponderEliminar"Nadie se merece tus lágrimas, porque la única persona que lo haga, será por no derramarlas precisamente."
Un beso y ánimos.
PD: Te sigo :)
Di que sí, nadie merece el dolor de otro. Y lo cierto es que por mucho que le quieras, tú tienes que querer primero a ti misma para que todo te funcione. Sé fuerte. Él se arrepentirá =D
ResponderEliminarUn besito!!
Oooh! No sabéis cuánto me reconfortan vuestras palabras! Así lo haré :) MUCHAS GRACIAS a tod@s! LL) Bss
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